Un hogar para crear recuerdos
- Mónica Bencomo
Para Karla y Gabriel, sus recuerdos favoritos de la infancia giraban en torno a crecer en un solo hogar. Cuando Karla y Gabriel se mudaron a Albuquerque con sus dos hijos hace un año, decidieron que también querían crear un hogar estable para sus hijos. También estaban pensando en el futuro y querían tener una herencia para pasar a sus hijos. Desde que llegaron a los Estados Unidos desde México, Karla y Gabriel siempre supieron que querían una casa propia, pero pensaron que el proceso sería difícil. Vinieron a Homewise con el apoyo de su amiga, María José, quien también es asesora de compra de viviendas de Homewise, y ella los ayudó a comenzar su viaje para convertirse en propietarios.
En su primera sesión de asesoramiento financiero, aprendieron de María José que tendrían que trabajar en la creación de crédito y para hacerlo, necesitaban obtener una tarjeta de crédito. También necesitaban empezar a ahorrar dinero para el pago inicial. Cuando Karla y Gabriel entraron por primera vez a Homewise, tenían un plan de 8 años para ahorrar dinero para un pago inicial grande para comprar una casa, pero con un préstamo de Homewise, no era necesario un pago inicial grande. ¡Su plan de 8 años terminó tomando solo 6 meses!
Poco después, estaban listos para empezar a buscar su hogar. Al buscar un hogar, Gabriel tenía en mente características específicas. Quería un gran patio trasero para hacer parrilladas y entretenimiento, que cada uno de sus hijos tuviera su propio dormitorio con espacio para que estudiaran y una casa grande y acogedora para entretener a amigos de fuera de la ciudad. Trabajaron con Homewise Realtor®, Ambrose, y se sintieron muy cómodos con él. Ambrose les brindó consejos útiles durante la búsqueda de su hogar y siempre estuvo disponible cuando lo necesitaron. Con su ayuda, pudieron encontrar el hogar perfecto.
Cuando se mudaron, sus primeros momentos a solas en su nuevo hogar fueron emotivos. Gabriel dijo: “No podía creerlo. Creo que nos llevó muchos días finalmente sentir que era nuestro hogar”. “Todo sigue igual. Sigo haciendo las mismas actividades diarias, mis hijos siguen yendo a la misma escuela, sigo teniendo las mismas amistades, pero me siento completamente diferente y me levanto cada mañana sabiendo que soy dueña de casa”, explicó Karla. Pasan mucho tiempo juntos como familia en su nuevo hogar, jugando con sus perros Chayo y Tintan y jugando juegos como la lotería, la versión mexicana del bingo. “Nuestros hijos están en la escuela secundaria en este momento, asistirán a la universidad pronto y es posible que vivan solos. Al menos quiero que tengan estos recuerdos de tener su propia casa antes de irse”, dijo Karla.